Faltaba una media hora para la cena, pero ya era de noche. En el cielo se veía nubes que, de vez en cuando, tapaban la luna, pero no amenazaban lluvia. Llegué hasta una lápida algo apartada de la puerta. Me arrodille frente a ella puse la mano sobre el nombre de mi abuelo.
-Hacia mucho que no venia a verte -susurré.
Ese mismo dia hacia un año más que él habia muerto.