No me gustaba mucho ir a ese baño. No molestar a Myrtle era muy dificil. Pero aquella ocasón no podia ponerme a buscar otro bañó. Entré corriendo y vi que allí, mirándose en el espejo estaba Lily Potter. No habia hablado mucho con ella, por no decir nada, pero si que sabia quien era perfectamente.
-Hola -saludé, mientras me iba rápidamente a uno de los retretes.
Eso de esperarse para ir al baño no era buena idea, luego parecias una loca mientras entrabas corriendo al cuarto de baño. Al poco tiempo salí y me dirigí a lavarme las manos. Miré a Lily sonriendo, que todaía estaba allí.